¿Por qué las nuevas bombillas LED tienen una etiqueta energética tan insuficiente?
Es posible que te hayas dado cuenta de que muchos productos eléctricos y bombillas ahora sólo tienen la clase de eficiencia energética E o F. La razón es la siguiente: en septiembre de 2021, las bombillas y otros iluminantes recibieron nuevas etiquetas energéticas de la UE.
El progreso técnico ha aumentado de forma constante en los últimos años y ha dado lugar a importantes mejoras en la eficiencia energética. Como resultado, muchos productos se encontraban en las clases de eficiencia más altas, de la A a la A++. Las diferencias de eficiencia energética eran apenas reconocibles y las clases bajas desaparecieron casi por completo del mercado. Por ello, la UE decidió revisar la etiqueta energética. Las nuevas divisiones de clases son ahora mucho más finas y los productos vuelven a estar más repartidos. Esta reetiquetación a menudo ha provocado un descenso de energía de, por ejemplo, la clase A+ a la F.
La ventaja para el consumidor está muy clara. A partir de ahora, podrán reconocer mejor los electrodomésticos de bajo consumo con la nueva etiqueta.
Por ejemplo, una bombilla LED con una luminosidad de 550 lúmenes consume hoy unos 7 vatios de energía. Con unos 78 lúmenes por vatio, se le asignó la clase A+ con la antigua etiqueta energética. Sin embargo, para alcanzar esta clase con la nueva etiqueta energética, se requieren 210 lúmenes por vatio consumido.
Sin embargo, en realidad, sólo unos pocos fabricantes lo consiguen actualmente.
Los requisitos para nosotros, los fabricantes, aumentaron considerablemente y recibimos un incentivo para seguir mejorando nuestros productos y hacerlos aún más eficientes energéticamente.